Antonio Fernández Ram
BENISSA - JAVEA - MORAIRA - DENIA
CASA ABADIA - BENISSA



AYUNTAMIENTO DE BENISSA
Este edificio de finales del S.XVIII ha pasado de ser el antiguo Hospital Municipal a Casa Consistorial tras una cuidada restauración
El consistorio se halla en la Plaza del Portal, nombre que hace referencia a una de las puertas que daba acceso al recinto amurallado de la población. Hasta los años 70 del siglo pasado, en este punto se podían apreciar los vestigios de la muralla y de la puerta principal de entrada a la villa.
El edificio que ocupa el Ayuntamiento fue erigido en 1790 para desempeñar las funciones de Hospital Municipal y albergue de pobres y necesitados. Casi dos siglos después, una profunda rehabilitación hizo posible el cambio de funciones de este noble edificio.
El otro noble edificio que asoma a la plaza es el de la Fundación Abargues. Se trata de una antigua finca propiedad de sor Luisa Vives Abargues, perteneciente desde muy corta edad a la Congregación de las Hermanas del Loreto. A su muerte, en 1937, cedió todos sus bienes a fines benéficos, constituyéndose su Fundación para velar por la educación cristiana de los niños y jóvenes de Benissa y su comarca.
En el centro de esta plaza hay una cruz de piedra tosca construida en 1974. Nos recuerda a la primitiva Cruz de Término que allí se alzaba, monumento que sirve para indicar el lugar donde finaliza el término de una villa o ciudad




CASA JAUME IVARRS - BENISSA




CASA TORRES DE ORDUÑA - BENISSA
La Casa-Palacio Fortificada de los Torres-Orduña se encuentra en la localidad de Benissa, perteneciente a la comarca alicantina de la Marina Alta. Para llegar hasta ella sólo debemos preguntar por la ubicación de la actual Casa de Cultura de la localidad, ya que, una vez adquirida la antigua casa señorial, el Ayuntamiento de Benissa la ha transformado para albergar esta institución local. Caso análogo a éste es el Palacio Señorial de Ondara.
Historia:
Orgullosa se muestra Benissa de un pasado antiquísimo, que parece remontarse al periodo ibérico, al que pertenecen los restos arqueológicos allí encontrados. De la Venilia histórica situada en la ruta que los cartagineses siguieron en su marcha hacia Roma, no queda más vestigio que la cita histórica.
En el año 720, los árabes se apoderan de la zona, dando el nombre de Ben-Issa al núcleo de población allí formado, constituido por la medina islámica que se dedicó a las labores agrícolas. Cinco siglos permanecieron los musulmanes en estas tierras hasta que fueron conquistadas en 1.254 por el rey Jaime I el Conquistador, quien la repobló con mallorquines y aragoneses, al tiempo que otorgaba al poblado conquistado el título de Villa.
En el año 1.272, el rey Jaime I la donaría al señor feudal Jaime de Gruny. Más tarde paso a ser propiedad de Roger de Lauria, formando parte de un señorío junto con las localidades de Altea, Calpe y Teulada.
Su titularidad pasó a manos del segundo conde de Denia, la corona, el infante Juan, Rodrigo Girón de Rebollet y, por último, a la familia Palafox.
A finales del siglo XV y en el primer cuarto del siglo XVI, ya existe constancia de los cuantiosos asaltos berberiscos que sufriría la población, que estaban afectando al litoral alicantino, por lo que se comenzó a pensar en la conveniencia de fortificar la villa, y por ello fue construida una muralla defensiva que circundaba todo el perímetro de ella, en lo que hoy es parte del casco antiguo de Benissa. Asimismo, se construyeron dos torres vigía de costa, que en la actualidad están totalmente desaparecidas. En su interior florecieron edificios medievales y altomedievales que todavía ostentan con orgullo sus blasones en las fachadas. Como caso especial Benissa cuanta con esta Casa-Placio. parcialmente fortificada y construida en el siglo XVI. Posteriormente, en el siglo XVII, fue reformada para vivienda de la familia Torres-Orduña.
Escudo de la población de Benissa Estado actual:
Se trata de un edificio muy sobrio del siglo XVI, con un marcado carácter defensivo, como corresponde a su época, mandado construir dentro del casco antiguo de Benissa por la familia nobiliaria de los Torres-Orduña.
Todo él está realizado en fábrica de mampostería, aunque la fachada y esquinas se realizaron en sillarejo y sillería, respectivamente. Con el paso del tiempo, la familia volvió a restaurarlo en el siglo XVIII, para adecuarlo a las exigencias de estos tiempos, hasta que, bien entrado el siglo XX, el consistorio lo adquirió como bien municipal.
En la actualidad ha sido transformado en sus interiores, respetando en todo lo que ha sido posible su fachada, y adecuándolo para las diversas dependencias de esta área del Ayuntamiento de Benissa, tales como Biblioteca Municipal; Salón de Actos y Cine Municipal; Sala de Exposiciones y la sede de la Sociedad Cultural y Recreativa “Casino de Benissa”.
Todo ello ha sido posible gracias a que la Casa-Palacio es de gran amplitud y a sus dos plantas, como corresponde a este tipo de construcciones señoriales medievales.
Todo ello es visitable en los horarios establecidos por la Casa Consistorial.

IGLESIA DE SAN PEDRO - BENISSA
Ya se puede contemplar el pórtico de la entrada de la antigua iglesia de Sant Pere Apóstol de Benissa, que se alza majestuoso en las inmediaciones del edificio consistorial. Y es que las obras de reconstrucción, de este templo del siglo XVI, afrontan su recta final, gracias al trabajo desarrollado por las brigadas municipales desde el mes de noviembre del año pasado. Según las previsiones municipales, en enero quedará finalizada esta primera fase, valorada en 60.000 euros. El alcalde, Juan Bautista Roselló calificó esta cantidad como "gasto insignificante, puesto que gracias a la mano de obra de nuestra brigada, solo tenemos que pagar el material" y añadió que "con esta intervención recuperamos una parte arquitectónica muy importante de Benissa". Roselló describió esta actuación como "un proyecto antiguo, una ilusión, un sueño hecho realidad, que empezó con el estudio del arquitecto municipal Toni Banyuls". Como resultado de estas obras de reconstrucción los vecinos pueden contemplar algunas piezas originales, que aparecieron en las excavaciones de un edificio en construcción del conocido Pou d'Avall. Por otro lado, la segunda fase de las obras empezará después de la feria de San Antonio, en el mes de febrero. De nuevo, la brigada municipal se pondrá manos a la obra para trabajar en el proyecto que los técnicos están redactando. Estas labores se centrarán en realizar un tratamiento en la superficie (un acristalamiento) de una parte del suelo de la Placeta de l'Església Vella, para que la gente pueda contemplar lo que estos trabajos han sacado a la luz, unas galerías subterráneas donde estaban las criptas del templo. Un lugar donde se enterraba, antiguamente, a la gente en la misma iglesia. Para finalizar esta intervención se reconstruirá la capilla, que estaba a la entrada del templo, en la parte de la calle Sant Antoni, donde estaba la que es ahora la patrona de Benissa, la Puríssima Xiqueta. Por último, los trabajos de reconstrucción final se espera estén para 2009. El munícipe señaló que "se convertirá en un punto nostálgico para los beniseros y de obligada visita para los turistas, quienes ya podrán ver parte de nuestra antigua iglesia, sin tener que imaginársela". A lo que apuntó que "muchas generaciones desconocíamos como era esta iglesia; ahora ya podemos hacernos una idea. Y los más mayores me felicitan, ya que están sorprendidos de cómo va quedando el resultado de esta iniciativa". Así, Benissa tendrá, en breve, otro monumento que visitar, el Pórtico de la antigua Iglesia de Sant Pere. Una iglesia que estaba construida al límite este del casco histórico, frente a uno de los portales de la muralla que la cercaba. Según consta, este templo fue construido entre 1550 y 1570 y desapareció a lo largo de la década de 1940





IGLESIA LA XIQUETA - BENISSA
Iglesia de la Puríssima Xiqueta
La nueva iglesia, construida en estilo neogótico de 1902 a 1929, es el símbolo de Benissa por excelencia En 1902 se iniciaron las obras de construcción del nuevo templo parroquial de la Puríssima Xiqueta. Y gracias a las donaciones de particulares y a la colaboración de todos los ciudadanos de Benissa, en 1929 ya se inauguraba esta nueva iglesia que acabaría sustituyendo a la vieja iglesia fortaleza de San Pedro Apóstol. Se trata de un edificio de estilo neogótico de tres naves. En él destaca la belleza de su cimborrio central –claraboya del interior de la iglesia, en el centro del crucero– y su altar, del que llama la atención el relicario que contiene una tablilla pintada con la imagen de la Puríssima Xiqueta, atribuida a la escuela del pintor Juan de Juanes. Cada año, las fiestas patronales de Benissa se celebran en honor de la Puríssima Xiqueta el cuarto domingo de abril. Uno de sus eventos más celebrados es la procesión que se realiza con la mencionada tablilla de la virgen. Para ello se ha ideado un espectacular sistema hidráulico que baja con comodidad el relicario hasta el altar, para luego colocarlo sobre las andas procesionales. Este acto es conocido como "La Baixada de la Puríssima".



















VISTAS - BENISSA












JAVEA - AYUNTAMIENTO


MERCADO - JAVEA
Sin dejar los alrededores de la Iglesia, frente a su fachada septentrional nos encontramos con el actual Mercado Municipal de Abastos. Si bien la actual construcción no corresponde a época medieval, en este solar se construyó en el s.XVII el Convento de las Agustinas Descalzas, en cuyo huerto había una torre, probablemente la d´en Cairat, donde reposaba el cuerpo de Sor María Gallard, fundadora de la comunidad.
Durante la Guerra Civil (1936-39) el viejo convento fue destruido por el consejo municipal para edificar en su lugar un mercado cubierto. La guerra impidió realizar este proyecto y hubo que esperar hasta el 1946, año en el que se inauguró el actual Mercado Municipal de Abastos, construido buscando cierto estilo que no desentonara con la cercana iglesia.
Ya avanzada la Edad Media, la contrarreforma suscitó un interés religioso que fomentó la creación de conventos, como el caso del Convento de los Mínimos del s.XVII en la Placeta del Convent, fuera de las murallas de la villa. Desafortunadamente fue también destruido durante la guerra (1936) y sobre su solar se levantó en 1946 el Convento de la Agustinas Descalzas, en que destacamos varias pinturas de Soler Blasco.






IGLESIA SAN BARTOLOME DE JAVEA
La iglesia de San Bartolomé, situada en la plaza de la Iglesia de Jávea (Provincia de Alicante, España) es un edificio religioso fortificado cuyos orígenes sobre la torre-ábside datan del siglo XIV, siendo el edificio de estilo gótico valenciano, construido en el siglo XVI, con obras dirigidas por Domingo de Urteaga.
En la época medieval esta iglesia fue el elemento principal de defensa y cumplía perfectamente sus dos objetivos, defender a la población y cubrir las necesidades religiosas del pueblo.
El templo está construido íntegramente en piedra arenisca local, conocida como piedra tosca, y extraída en su mayor parte, según la tradición, de la Cova Tallada, localizada a nivel del mar bajo el cabo de San Antonio.
Actualmente, está considerada como BIC (Bien de Interés Cultural) (fue declarada Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 19312).
Plaza de la Iglesia y fachada lateral de la Iglesia de Sant Bertomeu.
Se trata de un edificio de estilo gótico isabelino, que presenta una nave única con capillas laterales entre los contrafuertes, siguiendo el modelo mediterráneo y una cabecera cuadrada. La bóveda es de crucería estrellada y los elementos decorativos que presenta son escasos en el interior, así como en el exterior, dónde se concentran en las dos portadas.
La capilla más cercana al testero por el lado izquierdo (el del evangelio) se corresponde con el campanario Se levantó la torre vigía con funciones de campanario y la sacristía vieja.
Al exterior presenta un aspecto de fortaleza con unos muros robustos, matacanes sobre las dos puertas, así como la terraza plana y la torre cercana al ábside que también tiene ese carácter defensivo. El conjunto está rematado por almenas y dispone de saeteras, vanos para los morteros y dos balcones amatacanados sobre las puertas.
Tiene dos portadas, una situada a los pies, la de San Bartolomé de claro estilo medieval con un arco apuntado, con un gablete y pináculos que la enmarcan. La portada lateral, dedicada a San Gil, es también de estilo gótico y presenta una doble escalinata que sigue el mismo estilo. Con posterioridad se amplió por el lado sur con la sacristía y por el lado norte se levantó la capilla del Santísim




















VISTAS DE JAVEA












CASA PALACETE EN DENIA









EL PUIG DE LA LLORENÇA - MORAIRA
Una atalaya de 445 metros de altura desde los que asomarse a la Costa Blanca Vistas hacia el sur desde el Puig de la Llorença
Hoy vamos a encaramarnos a una de las sierras litorales más emblemáticas de la Marina Alta, al norte de la provincia de Alicante: el Puig de la Llorença, de 445 metros de altura. En esta ocasión, sin embargo, no caminaremos hasta su cumbre, sino que ascenderemos en vehículo. ¿El motivo? Lo cierto es que la famosa urbanización Cumbre del Sol ha copado todos los caminos hasta lo más alto, por lo que el recorrido a pie no tiene aquí ningún sentido. En todo caso, podemos optar por subir en bicicleta, algo que se ha popularizado en los últimos años, a raíz de los finales de etapa de La Vuelta en esta cima. Tanto si subimos a motor como a pedales, la belleza de las vistas que se contemplan desde “La Llorença” bien merece la pena el ascenso. Eso, siempre que seamos capaces de abstraernos del mar de cemento que se extiende imparable a sus pies, como si de un cáncer en fase avanzada se tratase. ¿Me acompañas a visitar este espectacular mirador de la Costa Blanca? ¡Nos ponemos en Marcha! Los Miradores del Puig de la Llorença Para visitar esta serie de espectaculares miradores de la Costa Blanca, debemos poner rumbo a la población de El Poble Nou de Benitatxell, cerca de la más conocida Benissa (con salida en la autopista). Una vez en el pueblo, buscaremos los indicadores en dirección a la “Cumbre del Sol“, la urbanización que, desde 1973, ha venido transformando de forma radical la fisonomía de la montaña, copando con chalets de lujo hasta el último metro cuadrado del Puig de la Llorença. Tanto es así, que para muchas personas la montaña ha perdido su topónimo original. En la empinada rampa de acceso a la urbanización, encontramos el primer mirador, en el lado izquierdo de la carretera, así que este lo dejaremos para el final, para el atardecer ―el mejor momento para esta balconada―. Seguimos avanzando por el vial principal, pasando al otro lado del monte. Antes de iniciar el descenso hacia la Cala del Moraig, nos desviamos a la derecha para subir hacia lo más alto del Puig de la Llorença. En el punto donde acaban las últimas casas, llegamos a un nuevo mirador con vistas privilegiadas hacia el Sur: aparecen el Peñón de Ifach, la Serra Gelada, la Serra de Bèrnia, la Serra d’Oltà, el Morro de Toix… Vistas hacia el Sur desde el Puig de la Llorença
Las vistas son realmente impresionantes. No obstante, como todos los mencionados relieves quedan un tanto lejos del punto de observación, recomiendo unos prismáticos o un teleobjetivo para apreciarlos en toda su grandeza. La siguiente fotografía está tomada en el año 2011, en un amanecer desde el Puig de la Llorença, precisamente con un teleobjetivo. Calpe, Morro de Toix y Serra Gelada
Más cerca de nosotros aparece el Cap d’Or, en Moraira, coronado por su torre vigía. Tirando de zoom conseguimos sacar las urbanizaciones del encuadre, con lo que la imagen resulta mucho más atractiva (foto inferior). El Cap d'Or de Moraira, coronado por la torre vigía del siglo XVI
Si seguimos girando la vista hacia el este, aparece ante nosotros el Cabo de la Nao y la Isla del Descubridor. Mucho más allá, en el horizonte, parece distinguirse una silueta… ¡Es Ibiza! Ibiza y el Cabo de la Nao desde el Puig de la Llorença
Apenas 90 kilómetros en línea recta nos separan de la mayor de las pitiusas, con lo que la observación resulta relativamente sencilla, siempre que el día no haya amanecido con brumas. Seguimos subiendo. En lo más alto del Puig de la Llorença, a 445 metros de altura, encontramos multitud de antenas de radio, telefonía y televisión. Y un vértice geodésico. Si conseguimos sortear todos los obstáculos, la cumbre también es un maravilloso lugar para disfrutar de la panorámica… El Montgó desde el Puig de la LlorençaTras absorber una dosis razonable de radiaciones, iniciamos el camino de descenso en busca de la maravillosa (aunque artificial) Cala del Moraig. Pero antes, vamos a detenernos en un nuevo mirador. Escondida entre las urbanizaciones encontramos una sorprendente balconada que cae a plomo sobre la Cala del Moraig. Todavía recuerdo como, en mi primera visita, pude observar desde aquí a una pareja de halcones que desafiaban a la gravedad con sus juegos aéreos. El espectáculo desde aquí vuelve a ser fascinante. Las personas, en la playa, parecen más bien pequeñas hormigas que corretean aquí y allá… Amanece en la Cala del Moraig…Más allá del Moraig, asoma tímida la Cala dels Testos, siempre protegida por el imponente Morro Falquí (donde por cierto, existen vías de escalada que también se han popularizado en los últimos años). Al fondo se dejan ver el Cabo de la Nao y la Illa del Descobridor. Por unos insantes, nos sentimos capaces de alzar el vuelo y comenzar a planear sobre este deslumbrante litoral de pequeñas calas y desafiantes acantilados. Acantilados, por cierto, repletos de historia: la de las Pesqueres de Cingle; unos precarios andamiajes donde, hace apenas cien años, los lugareños se jugaban la vida tratando de cosechar los frutos del mar. Hoy en día resulta mucho más rentable vender los terrenos a una constructora…
Mirador de la Cala del Moraig
Continuamos nuestro descenso hacia el mar. Tras esta excepcional introducción a Benitatxell, lo mejor que podríamos hacer es visitar la propia cala ―con aforo limitado en temporada alta― y su sorprendente Cova dels Arcs, o bien realizar la Ruta de los Acantilados, un recorrido de dificultad baja que nos lleva hasta la no menos maravillosa Cala Llebeig. Nosotros, esta vez, optamos por continuar la “ruta de los miradores” (una invención propia que he disfrutado en muchas ocasiones). El siguiente hito en la lista lo encontramos cerca de la pequeña “placeta” que da acceso a la Cala del Moraig. Desde allí parte un sencillo camino hasta un nuevo punto de observación. Una vez al borde del abismo, ante nosotros se abre una fascinante panorámica hacia la Cala dels Testos y el propio Moraig. Al fondo se puede ver, también, el Cap d’Or de Moraira.
Vistas hacia la Cala del Moraig y el Cap d'Or
La Cala dels Testos, vista desde uno de los miradores de Benitatxell.






















BENISSA
JAVEA