Antonio Fernández Ram
IBI - ERMITA DE SAN MIGUEL
Errmita de San Miguel Al referirse a las ermitas y oratorios de Ibi, Pascual Madoz hace la siguiente descripción: “...Hay 4 ermitas; una de San Vicente, situada al último del pueblo al SO.; otra de Sta. Lucía en una montañita al N., en cuyas faldas se estiende la poblacion; otra de San Miguel en la cumbre de otro cerrito inmediato al O.; y otra de San Pascual al NE. distante una hora, sobre una elevada montaña: tambien se encuentran varios oratorios en algunas casas de campo donde se celebra misa por temporada, y á las que concurren los labradores en tiempo de las faenas agrícolas. Tanto estos como aquellas carecen de rentas propias, bien que solo las 3 primeras son públicas y las otras de particulares...”. (1) «...Ermita situada en lo alto de un escarpado cerro, que lleva su nombre, a poniente de la población. Esta ermita no figura en el Libro de Visita Pastoral de 1742, siendo su primera aparición escrita en la Relación de 18 de Abril de 1790, debida al Arzobispo de Valencia Francisco Fabián y Fuero. Ello sugiere que la ermita fuera levantada en estos 48 años que median de un documento a otro. Las menciones del archivo municipal relativas a esta ermita son relativamente modernas. La primera data del 22 de enero de 1894 nombrando como ermitaño a Pedro Vilaplana Guillen, realizado el correspondiente inventario, del que no reflejamos su pormenor, solo decir que figuran cuatro altares: San José, San Vicente, Ecce-Homo, Soledad y San Miguel. En 1902 y 1947 aparecen nombramientos de ermitaños y, en 1953, un documento sobre Condiciones de Ocupación de la Ermita. Ocupa la ermita una pequeña planicie sobre el cerro dejando apenas una escasa explanada ante la misma. Lo elevado de la situación permite un amplio panorama del todo el valle. Se trata de un edificio exento, realizado en mampostería ordinaria con muros de 65 cm. y contrafuertes; cubierta a dos aguas rematada con teja árabe. La fachada se orienta al este como mirando a Santa Lucía. Es pentagonal y está realizada con mampostería a incertum. En las esquinas y cerco de la puerta se han usado sillares. En el frontón existen vestigios de haber habido una ventana, hoy solo hay un pequeño hueco. Corona la ermita, en el eje de la puerta, una espadaña realizada a igual modo, perfil de varios arcos y hueco con campana. La planta es de una sola nave con capillas laterales entre los contrafuertes. Mide 13,90 por 5,50 metros. Pilares con basa y capitel sobre los que corre un entablamento de amplia cornisa y arcos perpianos que sostienen la bóveda de cañón. La nave se divide en cuatro tramos; los tres tramos de los pies tienen capillas con arcos de medio punto sobre impostas y bóvedas de cañón. El primer tramo se cubre con un coro sobre arco carpanel. El cuarto tramo es el presbiterio, elevado un escalón, y por el que se accede lateralmente a sendas pequeñas estancias. Testero recto con retablo y hornacina de San Miguel. Enlucido de yeso blanco y pavimento de losas de cerámica roja...».




