Antonio Fernández Ram
LOS ALCAZARES - MURCIA
Actualizado: 5 dic 2021
MUELLE DE LOS ALCAZARES
Los Alcázares es un municipio español de la Región de Murcia, de 16.590 habitantes (INE, 2020),1 situado en la ribera del Mar Menor. Para diversos organismos aparece incluida en la comarca del Campo de Cartagena,2345 aunque también se suele considerar parte de la Comarca del Mar Menor,6 a pesar de que no hay una comarcalización oficialmente establecida. Hasta 1983, el municipio se hallaba dividido en dos mitades que pertenecían a Torre-Pacheco y San Javier. A partir de ese año se segrega y unifica.
Geografía
Se encuentra situado en la llanura denominada Campo de Cartagena, ocupando 9 km en la costa del Mar Menor, con cinco kilómetros flanqueados por un paseo marítimo. En la parte sur se extiende hasta la rambla de El Albujón.
Las áreas territoriales por las que se extiende son tres:
-Núcleo de población conectado a Los Narejos; Zona militar, donde se sitúa la base militar de Los Alcázares y Área industrial, donde destaca el polígono industrial de Los Alcázares.
Espacios naturales protegidos
Los Alcázares cuenta, dentro de su término municipal, con dos áreas protegidas pertenecientes a los Espacios abiertos e islas del Mar Menor, que poseen las categorías: parque natural, Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
La playa de la Hita se sitúa al norte del municipio en la ribera del Mar Menor. El espacio protegido es compartido con el municipio de San Javier. Se trata de un humedal, formado mayoritariamente por carrizos (Phragmites australis) entre los que anidan aves como las cigüeñuelas, el charrancito, el carricero común o la garza real.7
La Marina del Carmolí. Este espacio se sitúa al sur del término municipal, también sobre la ribera del Mar Menor, y es compartido con el municipio de Cartagena. Se trata de un saladar situado al norte del cerro del Carmolí, cubierto de vegetación halófita (adaptada a suelos cargados de sales), como la sosa (Suaeda vera), la salicornia (Sarcocornia fruticosa), la lechuga de mar (Limonium cossonianum). La comunidad de plantas más importante de este espacio son, por su rareza, los albardinales propios de estepas salinas, integrados por el albardín (Lygeum spartum) y la siempreviva morada (Limonium caesium). En las frecuentes charcas que se forman en el espacio protegido es posible encontrar una especie de pez, endémico de las costas mediterráneas españolas, en grave peligro de extinción, el fartet (Aphanius iberus)
Paraje natural de la Playa de la Hita
Espacio protegido de la Marina del Carmolí
Pasarela en la Playa de la Hita
Municipios limítrofes
Localidades limítrofes
Norte:San JavierOeste:Torre-PachecoEste:Mar MenorSur:Cartagena
Historia
Debe su nombre al vocablo, de origen árabe, al-Kazar (castillo o fortaleza).
Capitel visigodo procedente de Los Alcázares, expuesto en el Museo de Arqueología de Murcia.
Los restos humanos más antiguos que posee el municipio se remontan a un enclave romano cuyos restos arqueológicos fueron declarados Monumento Nacional en 1931, del cual provienen algunas piezas visitables en el Museo Arqueológico de Murcia.8 Estos vestigios confirman la existencia de una gran villa bajo-imperial, que contaba con termas o balneario, probablemente relacionadas con los procesos curativos atribuidos a las aguas del Mar Menor.
La ocupación de la zona continuó en época islámica. Los musulmanes crearon un núcleo fortificado aprovechando las antiguas termas romanas, elevándolas a la categoría de alcázares moriscos (de donde procedería el nombre de la población). Los hallazgos arqueológicos encontrados acreditan que se trataría del núcleo urbano de mayor antigüedad de los existentes hoy en las riberas del Mar Menor. La nobleza islámica murciana venía a disfrutar de las excelentes propiedades terapéuticas de las aguas marmenorenses.
Imagen de la Torre del Rame, antigua torre defensiva contra ataques berberiscos.
A finales de la Edad Media y principios de la Moderna, se construyeron una serie de Torres de vigilancia costera para defender la albufera de los ataques de piratas berberiscos. Todavía hoy pueden contemplarse las de Rame, Silva, Blanca, Negro y Saavedra.
A finales del siglo XIX, esta zona del Mar Menor volvió a acoger diferentes residencias veraniegas, construyéndose los antiguos y típicos balnearios de madera sobre el Mar Menor además del Hotel Balneario de la Encarnación (en 1905). Los Alcázares comenzó a desarrollarse como un lugar de veraneo de numerosos huertanos del interior además de la burguesía.
Los Alcázares se convirtió también en una importante localidad de pesca e intercambio de bienes. Otro hito para su desarrollo fue la construcción de la primera Base de Hidroaviones del Ejército español en 1915, hoy día aún en funcionamiento, rehabilitada para el uso del Ejército.
Después de recorrer un largo camino, el Consejo de Estado, por resolución de fecha 14 de julio de 1983, informa favorablemente el expediente de segregación, creándose el Ayuntamiento de Los Alcázares el 13 de octubre de ese año, por el Decreto 77/1983, que crea el Municipio, mediante la segregación de parte de los términos de los municipios de Torre-Pacheco y San Javier, alcanzando un importante desarrollo demográfico desde entonces.










ACUARTELAMIENTO AEREO
La Base Aérea de Los Alcázares
No sé si es cosa de la edad, pero el cuerpo me pide escribir sobre un tema que está enraizado en mi infancia, y en la de muchos paisanos que hemos nacido, o vivido, en Los Alcázares. Un pueblo cuyo toponímico, de reminiscencias árabes, ha estado vinculado con los orígenes de una de las aventuras más gloriosas, y menos divulgadas, de la reciente historia de España. Me refiero a la Aviación Española. Con mayúscula, como a mí me gusta nombrarla, porque mayúsculas fueron sus gestas, aunque la historia no haya sido tan generosa, como para haber querido reconocerlo en un memorial que aún está por erigirse. No voy a hacer referencia a la prolífica sucesión de hechos relevantes que, a principios del siglo XX, caracterizaron los albores de la aviación en España. Pero sí que voy a reseñar algunas vicisitudes que han propiciado una especial simbiosis y que han sido cruciales en el nacimiento y evolución de Los Alcázares, cuyo devenir ha transcurrido, de forma paralela, al de la aviación española. Fue en el año 1914, cuando el coronel Pedro Vives y Vich, tras recibir un encargo del Rey Alfonso XIII, y tras un periplo aéreo de más de 1.500 kilómetros eligió, lo que, para él, era el lugar más adecuado donde poder ubicar la primera base aeronaval en España. A partir de ese momento, la historia de este pequeño pueblo, ubicado a orillas del Mar Menor, quedó ensamblada con la Base Aérea, que fue fundada en 1915 y diseñada, especialmente, como el primer aeródromo de hidroaviación, de España, sirviendo de base a la primera unidad de hidroaviones de la Aeronáutica Militar. Entre 1920 y 1921 bajo la denominación de “Escuela Elemental de Pilotos”, se inician los primeros cursos de vuelo elemental. En aquél entonces contaban con algunos biplanos 'Curtiss' con armadura de madera forrada de tela, junto a seis hidros, y otros aeroplanos 'Caudron' y 'Avro' que se les unieron posteriormente. La época más destacada de esta Base Militar se desarrolla desde 1921 a 1936. En un principio se le denominó “Escuela de Ametralladores y Bombarderos”, en una segunda etapa pasó a llamarse “Escuela de Combate y Bombardeo Aéreos” para, al final, denominarse “Escuela de Tiro y Bombardeo Aéreos”. Al comienzo nombran al frente de la misma al comandante Alfredo Kindelán. A este le suceden los comandantes Gonzalo Victoria, Aymat, el infante Alfonso de Orleans y Ramón Franco; este último precedido con la aureola de aviador famoso que le había supuesto el vuelo transatlántico en el Plus Ultra, en el año 1926, y que desde su nuevo destino (en Los Alcázares) aprovecharía para participar (junto a Gallarza, Ruiz de Alda y Madariaga) en la malograda hazaña iniciada el 21 de julio de 1929 con un hidroavión Dornier Wal, que finalmente sucumbió cerca de Las Azores. La relevancia que esta Base estaba teniendo en la aeronáutica militar propició que, en septiembre de 1923, el Rey Alfonso XIII visitase las instalaciones de la “Escuela de Combate y Bombardeo Aéreos”, de lo que han permanecido diversos recuerdos gráficos, algunos de los cuales incluyen la visita al Club Náutico, en aquél entonces ubicado frente al Hotel Balneario La Encarnación, y que contó con la cálida acogida de la población civil que residía en el pueblo. Tras la jefatura de Ramón Franco, otros directores vinieron a sucederle, destacando entre ellos el comandante Burguete (1931), el cual fallece al poco tiempo, y el comandante Ortiz (1933), quien tras un breve paréntesis ejerce esta jefatura en septiembre de 1936, actuando como Delegado Gubernativo, del Gobierno de la República, en la creación del ayuntamiento de Los Alcázares en el año 1936. Con motivo del fallecimiento del comandante Burguete, el aeródromo de Los Alcázares, pasó a denominarse 'Aeródromo Burguete', dentro de cuyas instalaciones seguía albergando la 'Escuela de Tiro y Bombardeo Aéreos'. Excesivamente prolífico sería detallar la rica historia que envuelve este entorno, tan íntimamente ligado a la historia de la aviación. Muchos años han pasado y muchas son también las distintas unidades que han estado ubicadas en este recinto. La Escuela de Suboficiales del Aire, La de Pilotos de Complemento, El Centro de Adiestramiento de Seguridad y Defensa, o lo que queda de todo esto: un ‘Acuartelamiento Aéreo’, dependiente de la Academia General del Aire, de San Javier. Hace tan solo cuatro años celebramos una efeméride muy singular. Conmemorábamos el centenario de la hidroaviación española, y, de nuevo, la Base Aérea de Los Alcázares brilló con luz propia, aunque fuera efímera su duración. Durante todo el año 2015 se sucedieron diversas actividades que nos hicieron rememorar viejas historias del pasado. Fue una ocasión propicia para reivindicar una vieja aspiración que anida en la mente y en los corazones de los que nunca hemos perdido la esperanza por conseguir una reactivación de su actividad primigenia. Y eso mismo es lo que propusimos un puñado de ciudadanos, inquietos y ávidos de restituir un trozo de nuestra historia. Nos reunimos con una representación del ayuntamiento de Los Alcázares y les propusimos la creación de una Fundación que se podría denominar 'Hidroaviación Española'. Esta entidad tendría su sede en las instalaciones de la Base Aérea y podría gestionar parte de los fondos que, en la actualidad, están ubicados en el Museo del Aire, en las instalaciones de la Base Aérea de Cuatro Vientos. Gestiones, estas, que se habían avanzado, y que –al parecer- tenían visos de fructificar. Propusimos conformar un parque temático relacionado con los orígenes y la historia de la aviación, y utilizar las instalaciones de la antigua Base de Hidros como símbolo y pieza clave en el desarrollo de la aviación militar, a nivel internacional. Gestas como la travesía del Plus Ultra (1926); el vuelo Sevilla-Bahía del ‘Jesús del Gran Poder’ (1929); o la travesía del Atlántico del Dornier Wal (1929), son, únicamente, unos referentes de toda la actividad que, en aquella época, se desarrolló y en la que la Aviación Española, tuvo un significado protagonismo. De nada sirvió nuestra ingenua inquietud, que se vio truncada por el silencio administrativo que no fue capaz ni de darnos una respuesta negativa. Unos años después, el alcalde de San Javier ha logrado hacer realidad lo que para nosotros fue solamente un sueño de verano. Las instalaciones del antiguo Aeropuerto de San Javier, van a servir de Centro de Interpretación, y, al parecer, van a acoger diversos prototipos de aviones de aquella época, y una muestra de la historia de la Aeronáutica Naval y Militar, y su particular enraizamiento en la Comarca del Mar Menor. Espero y deseo los mejores éxitos para esta empresa que, tan acertadamente, se ha iniciado desde el ayuntamiento de San Javier. Mi felicitación personal por este logro, que no excluye la sensación de insatisfacción que me ha producido la ineficacia con la que otros organismos administrativos se han comportado ante este proyecto.
LOS ALCÁZARES. Las nuevas normas sanitarias para prevenir el contagio de la Covid-19 obliga a la división de grupos en la Academia General del Aire de San Javier (AGA) durante el año formativo. En esta ocasión, la incorporación de los cadetes se hará de forma escalonada hasta completar su totalidad, con el fin de garantizar el cumplimento de las medidas de seguridad. Para cumplir con estas medidas, la AGA ha ocupado algunas de las instalaciones de la Base Militar de Los Alcázares para alojar a los 80 cadetes que se desplazan cada día a Santiago de la Ribera en autobús para recibir la formación militar. El resto de tiempo, destinado a ocio y descanso, lo pasan en Los Alcázares, como informan fuentes municipales. El alcalde de la localidad, Mario Cervera, ha dicho al respecto que "es muy importante para Los Alcázares que la Base Militar recupere la ocupación y utilidad de antes, puesto que esto supone un impulso al comercio y la hostelería local, ya que los cadetes hacen vida en Los Alcázares dinamizando nuestra economía y participando de nuestra vida cultural y tradiciones". Y es que por este motivo, el regidor alcazareño solicitó al Ministerio de Interior la cesión para el uso de una parte de la Base para convertirla en un espacio para la cultura, con el fin de albergar estudios universitarios u otras alternativas culturales que dinamicen la economía local en Los Alcázares a través de sus usuarios.




VIDEO