Antonio Fernández Ram
LOS BAÑOS DE FORTUNA - FORTUNA
Importantes hallazgos arqueológicos
Los primeros núcleos de población encontrados en las excavaciones arqueológicas en Peña Zafra y Caprés datan del Neolítico. Éstos, por su situación geográfica y su disposición climática, reunían unas condiciones muy favorables para el asentamiento.
Los yacimientos ubicados en Los Baños han sido estudiados por varios investigadores, entre los que destacan el canónigo Lozano, Manuel González Simancas, Gaspar Ramiro y Antonino González Blanco. También existen vestigios importantes pertenecientes a la cultura del Argar, correspondiente geográficamente con el sureste de la Península Ibérica.
La agricultura en este periodo constituye la actividad económica más interesante, siendo abundantes los restos materiales de molinos de mano para el cereal. En esta etapa de transición entre la Edad de Piedra y de los Metales se inicia un despertar de la metalurgia, al mismo tiempo que se organizaba la vida en poblados, apareciendo los primeros enterramientos colectivos. De esta época se cita como principal ejemplo en Los Baños el Barranco de la Higuera.
Los íberos y la continuidad de la cultura en el sureste
La cultura íbera dejó su impronta en un gran yacimiento denominado Castillejo de Los Baños, situado en las cercanías de los manantiales termales del actual Balneario. Se trata de un poblado ubicado en la parte superior de un cerro, donde han aparecido restos de piedra de las antiguas viviendas y una cueva de acceso a una red de galerías, que ocupa todo el enclave. A escasos metros del Castillejo de Los Baños descansa una necrópolis con 43 enterramientos, donde también se han hallado cerámicas datadas en el siglo IV a.C.
Los primeros baños
La presencia romana en la zona se puede atestiguar mediante dos importantísimos centros arqueológicos para la Región de Murcia: -Los Baños Romanos. Se encuentran situados a 700 metros de altitud en un pequeño cabezo, constatando la presencia de una villa, una hospedería, termas y una prensa de aceite. -La Cueva Negra. Se trata de un santuario dedicado al agua. En él se realizaban ofrendas a divinidades romanas y se practicaba la Lavatio, rito celebrado todos los años en honor a los dioses y que consistía en tomar un baño de agua caliente, normalmente con las aguas del cercano manantial de Los Baños. Las paredes del santuario están cubiertas con más de cien textos en latín, de los cuales se ha traducido una cuarta parte. Estas líneas se escribieron en verso, siendo un documento único en España por su contenido, ya que da pistas sobre el proceso de romanización en la Región de Murcia. También es reseñable el yacimiento romano de Casa Roja, situado en Los Baños durante el siglo I a.C.
Árabes y cristianos recogen el testigo
El primer dato que menciona Los Baños de Fortuna se encuentra en un documento medieval, que hace referencia a un lugar denominado Balkun, donde aparecen dichos baños y una torre. Según la últimas excavaciones arqueológicas, los árabes reutilizaron los baños romanos y reedificaron algunas zonas. Las nuevas estancias estaban conformadas por un edificio de planta baja y sótano, con un baño de techo abovedado, vaporatorio y vestuarios. Esta reliquia de la Historia fue destruida accidentalmente durante unas labores agrícolas.
Los Baños pasan de mano en mano
Desde el siglo XV el municipio de Fortuna vio lastrado su desarrollo, debido a las constantes luchas entre cristianos y musulmanes, que conllevaban el peligro de habitar estas tierras. Durante este periodo el caserío de Los Baños cambió en varias ocasiones de dueño, alternando en su tenencia nombres tan ilustres como doña Constanza Fernández, Pedro López Fajardo y Juan Cascales. En el siglo XVI siguen las disputas por el territorio, pero ya resulta evidente un continuo crecimiento de la población.
Tras largas vicisitudes por el control de Los Baños y distintas delimitaciones territoriales Fortuna es nombrada villa en 1628, otorgándole el Rey la independencia a cambio de once mil ducados, entregados a la Corona. A finales del siglo XVIII aparecen nuevos datos sobre Los Baños, dando a conocer que la propiedad de los mismos recayó en manos de aldeanos, que arrendaron sus servicios hasta 1837.
Los Baños con nombre propio
En 1846 se reconstruyen los Baños termales, tomando como modelo las antiguas dependencias romanas y musulmanas. Su nuevo emplazamiento se trasladó a unos 200 metros de las anteriores instalaciones. En 1874 un incendio deterioró notablemente las edificaciones y hubo que reconstruirlas. En 1886, siendo director de los Baños Agustín Lacort, se publicó un folleto sobre el Balneario, aludiendo a su antigüedad en base a los restos romanos y árabes encontrados y proponiéndolos como lugar de descanso y relax.
En el siglo XX se amplían los baños
En 1968 fue registrado en el Ministerio de Gobernación el escudo de Fortuna, haciendo éste referencia a las famosas aguas termales de su Balneario. El blasón describe tres montañas de las que nace un chorro o surtidor de agua, que al caer se divide en dos cascadas y que representa el conjunto de Los Baños.
Actualmente Los Baños se siguen explotando a través de un Balneario, con una serie de edificios restaurados y acondicionados conforme a las nuevas demandas del turismo. Las instalaciones son en su mayoría hoteles, que presentan cuidados jardines, así como áreas de paseo y descanso para los visitantes. Con el fin de facilitar las estancias de larga duración y cubrir las necesidades puntuales de los turistas se han abierto una serie de comercios, que ofrecen material específico para los bañistas, servicio de peluquería y cafeterías con un ambiente acogedor.
Los Baños ofertan todos los servicios deseables para el descanso y la relajación. Esta nueva forma de turismo de salud acoge público local, nacional e internacional a lo largo de todo el año. En el año 2005 el complejo de Los Baños cambia su denominación para impulsar su proyección internacional, y lo que anteriormente se conocía como Los Baños de Fortuna pasa a denominarse Baños de Leana o Fortuna-Leana.


























